Cuando instalamos un kit de elevación a nuestro coche tenemos en mente realizar ciertas modificaciones para ajustar los parámetros que se pierden con la altura, pero, ¿qué pasa los frenos?
Explicaré una pequeña modificación que debemos de hacer cuando levantamos el vehículo, para no perder efectividad de frenada en las ruedas traseras. Normalmente, tras una elevación de la suspensión, solemos tener la precaución de modificar componentes como son los tirantes delanteros, para recuperar el avance perdido al elevar la carrocería, bien sea con silentblocks excéntricos o sustituyendo los propios tirantes.
Vamos a poner un ejemplo: no es lo mismo que un vehículo circule con el único peso del conductor que circule con 4 pasajeros, más los equipajes. Imaginemos que un día de lluvia circulando en una carretera con curvas, si el sistema está ajustado para que el vehículo vaya con carga, cuando llegamos a una curva y queremos frenar el sistema reparte la frenada del 50% en el eje delantero y el 50% en el eje trasero, el reparto puede ser diferente, estamos poniendo un ejemplo, pero qué ocurre si ahora hacemos el mismo trayecto, es decir, el mismo día en la misma carretera con la lluvia, pero en esta ocasión solo circula el conductor sin pasajeros ni carga. El sistema sigue enviando el reparto de frenada al 50% cuando llegamos a la curva el eje delantero con el peso del motor y el efecto picado reacciona bien, pero el eje trasero al no llevar peso, nada más pisar el freno las ruedas traseras tienden a bloquearse. Imaginaros el efecto de llegar a una curva y que tiremos del freno de mano, ¿qué va a hacer el coche?, efectivamente, un trompo. Como tenemos que solucionar esto, hay que ajustar ese sistema de compensador de frenada, para que cuando lleve carga frene más y cuando vaya vacío menos.
El Toyota HDJ80 como otros vehículos, de serie viene ajustado para una altura, al modificar esa altura poniendo muelles de suspensión mucho más altos lo que estamos es separando la carrocería del puente trasero, con lo cual, es como si estuviéramos estirando de él, haciendo que el vehículo en el eje delantero frena perfectamente, pero detrás hemos perdido mucha efectividad de frenada. Eso es difícil de apreciar hasta que no nos vemos en una situación comprometida en la que al pisar el freno el coche bloquea adelante pero no reacciona bien, no frena lo suficiente.
Vamos a explicar ahora cómo ajustar el repartidor de frenada, qué tenemos que modificar para poder recuperar la posición original. El espárrago roscado que sirve de regulación originalmente es mucho más corto y lo que hemos hecho es sustituir éste por uno mucho más largo, con lo cual nos permite que la distancia de regulación sea mucho mayor. Si os fijais donde está la goma que es el fuelle protector, si actúo sobre la varilla vemos como internamente lo que es el émbolo subirá o bajará ya que tiene un punto de apoyo basculante otro punto de apoyo que sería el de la varilla regulable. Con este movimiento conseguimos que sea capaz de regular, si la carretería sube el vástago desciende y manda mucho menos caudal y cuando baja el vástago sube y manda más caudal. El repartidor tiene los dos orificios de sujeción donde irían los tornillos que los aguantan, tiene el purgador por si entra aire en el circuito para evitar que las burbujas de aire se queden en el sistema. También tiene las dos entradas de presión que viene de la bomba y la de salida que irá justo al repartidor del puente por medio de un latiguillo que permite la movilidad del eje trasero con respecto a la carrocería. Posteriormente se reparte la frenada entre las dos ruedas por unas tuberías rígidas hasta que al final por medio de latiguillos, nuevamente flexibles, manda el líquido hasta las pinzas de freno.